¿Familia Emprendedora o Empresa Familiar?

 Una familia emprendedora es aquella que utiliza todos sus recursos para colaborar en beneficio común e individual de sus integrantes presentes y futuros. 

Una Empresa Familiar es una entidad económica cuyos propietarios mayoritarios son familiares entre sí.

Si menos del 15% de las Empresas Familiares sobreviven a la tercera generación, apostar la unión familiar a la supervivencia de la Empresa, ¿Será una apuesta sensata? 

A principios de siglo, se desataron una serie escándalos de quiebras de Empresas Públicas en EEUU. Como Tyco International y World Com, atribuidas a manipulación de mala fe de las cifras financieras. 

La más desastrosa y emblemática ocurrió en el 2001.  Enron, una empresa estadounidense de energía con sede en Houston, Texas creada en 1985. El hecho condujo a la quiebra de la empresa y a la disolución de Arthur Andersen, una de las cinco sociedades de auditoría y contabilidad más grandes del mundo. 

En su época, fue la reorganización por bancarrota más grande en la historia económica de los Estados Unidos. 

Como resultado de estos hechos, en 2002 se crea en EEUU la ley Sarbanes  & Oxley (SOX404) que regula a las empresas públicas bajo tres principios básicos: Auditoría externa independiente, gobierno corporativo y transparencia financiera.

 Como la ley SOX404 regula al mercado de valores de Nueva York, el más importante del mundo, su contenido se ha permeado a la mayoría de instituciones financieras reguladoras del orbe. 

En México la SOX404 es parámetro de lineamientos de la ley del mercado de valores también.

Independientemente del ámbito regulatorio, las reglas corporativas han probado su eficiencia ante la protección de accionistas minoritarios y grupos de interés alrededor de las empresas. 

Razón por la cual se han ido generando un cúmulo de mejores prácticas en beneficio de su óptima operación y su ecosistema de interés, adaptándolas según las particularidades de cada caso y necesidades propias de cumplimiento. 

En México el Consejo Coordinador Empresarial emite regularmente un glosario de mejores prácticas corporativas como guía.

En el ámbito de las Empresas Familiares, las herramientas aplicadas a partir de dichas prácticas bajo la denominación de institucionalización o profesionalización sin duda las han impulsado a un grado de madurez muy importante ya que el grado de confiabilidad aumenta en beneficio de los accionistas familiares o no familiares, pero también ante acreedores, clientes y comunidad en general. 

A lo largo de los últimos años las Universidades privadas, los asesores especialistas han ido generando programas de aprendizaje e intervención en las Empresas Familiares bajo estos principios.

Aunque la profesionalización provee herramientas útiles, la permanencia en el tiempo de cualquier aventura comercial está sujeta a una multiplicidad de factores, obsolescencia tecnológica, cambios en los patrones de consumo, marco regulatorio, competencia, desastres naturales etc etc. 

Situaciones que implicaron la desaparición de empresas independientemente de su grado de institucionalización o eficiencia operativa.

 Considerar el aspecto familiar de la empresa como causa de su fracaso, no solo se me hace en muchos casos equivocado sino también injusto. 

La pasión y el sacrificio del propietario y de su familia por su negocio logran el éxito en muchas aventuras empresariales que de no haber una familia trabajadora atrás hubieran sucumbido. 

Las mayorías de las grandes empresas mexicanas, como Cemex, Bimbo, La Costeña, Grupo Ángeles entre otras, son fruto de familias trabajadoras organizadas.  

 Si se considera estadísticamente su no duración como fracaso, estamos incluyendo también aquellas que se vendieron o fusionaron como estrategia de Familia con grandes beneficios. 

  • ¿La venta de Aurrera y Walmart fue un fracaso para la familia Arango?  
  • ¿Cuántas oportunidades se les han ido de las manos a familias propietarias de vender parte o la totalidad o fusionarse bajo el paradigma del tiempo de vida como factor único de éxito? 
  • ¿El aferre a la duración del negocio es siempre una buena estrategia de familia? 

 Desde mi punto de vista, si bien la institucionalización de Empresas Familiares definitivamente agrega mucho valor, la expectativa que genera su comercialización habitual excede su oferta. 

La institucionalización mejora definitivamente la operación de las Empresas en diferentes escalas, pero atribuirlo como factor causal de éxito o fracaso de las Empresas Familiares, si bien funciona como slogan comercial efectivo, me resulta sino una falacia, al menos un diagnóstico muy simplista.     

El problema que yo percibo, es que el consenso académico y de consultoría especializados, se retroalimentan entre sí, rigidizando los paradigmas en el inconsciente colectivo del empresariado. 

Todos los que tenemos que ver con estos temas tenemos máximas y dichos comerciales comunes que corroboran lo simplista del enfoque del éxito y permanencia de la Empresa Familiar. “Abuelo fundador, padre derrochador, hijo mendigo”, entre otros.

El peligro se da cuando el empresario circunscribe la permanencia de su empresa a soluciones del ámbito del desarrollo y unión familiar. 

Los talentos, anhelos y factores de colaboración Familiar exceden el espacio de la Empresa.  Si bien la solvencia económica es un factor muy importante de desarrollo de la Familia y sus integrantes, el factor humano y de relacionamiento comunitario suman elementos diferenciadores invaluables en el cumplimiento de los propósitos sociales e individuales de la Familia.

Si según el consenso de los especialistas menos del 15% de las Empresas Familiares sobreviven a la tercera generación.

  •  ¿No será mejor apuesta utilizar la Empresa como plataforma de emprendimiento y desarrollo de las nuevas generaciones en vez de funcionar como agencia de empleo? 
  • ¿Nuestros descendientes no estarán mejor preparados que nosotros para el nuevo mundo de los negocios? 

Por supuesto los temas inherentes a la Empresa Familiar como lo son la profesionalización, sucesión, control, la transparencia, y lo referente a la efectividad del negocio son necesarios, pero no suficientes para el funcionamiento de la Familia Emprendedora en su totalidad. 

Si consideramos a la Empresa como un recurso más de la Familia Emprendedora, seguramente estaremos mejor preparados para enfrentar los retos cada vez más inciertos del entorno, pero también para aprovechar las oportunidades, reinventando y combinando todas nuestras fuentes de generación de riqueza con los atributos propios y comunes de los integrantes de la Familia para afrontar los nuevos retos. 

El desafío implica estructurarse como Familia Emprendedora más allá de los lineamientos del negocio en común.

 La Empresa Familiar además de ser una fuente de recursos económicos, es un medio de aprendizaje y relacionamiento único. 

Por supuesto sin condicionamientos, la evolución del negocio a la par del desarrollo personal dentro de la Empresa Familiar puede representar una fuente de sinergia y propósito invaluable. 

Una Familia Emprendedora es aquella que utiliza todos sus recursos para colaborar en beneficio común e individual de sus integrantes presentes y futuros. 

Una Empresa Familiar es una entidad económica cuyos propietarios mayoritarios son familiares entre sí. 

No tengo estadísticas, pero todos sabemos en nuestro interior que el haber nacido en una familia u otra es un factor importantísimo de éxito y superación. 

Utilizar ese potencial consciente y ordenadamente más allá del negocio sin duda es una buena idea como líderes de la Familia.  

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